Arturo Jauretche: El rol del intelectual
“La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía políticamente es una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con el de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos sobre los hechos nuestra propia doctrina económica.”
J.

25 de mayo, 60 años de la muerte de Arturo Jauretche. Pensar en la obra de Jauretche como intelectual y como militante (o mejor dicho como intelectual militante) es, entre otras cosas, repasar las grades discusiones políticas y teóricas (aún tan vigentes) que han tenido lugar en la reciente historia argentina.
Escribir sobre él y sobre sus textos, es también reflexionar sobre el rol político-cultural que un intelectual debe cumplir en determinado momento histórico, en la construcción de un país mas justo y soberano.
Toda la producción político-intelectual del oriundo de Lincoln, se originó y estaba dirigida a incidir sin tregua en cada debate sobre el destino de nuestro país, siempre desde los intereses de los sectores populares tan postergados en nuestra historia.
Así Jauretche formo parte del Partido Radical, en el momento en que este, a través de la figura de Hipólito Irigoyen, representaba a nivel político, cultural y social la síntesis histórica que generaba la posibilidad de avance del pueblo argentino, generando un quiebre (con todas las obvias contradicciones de un movimiento nacional) con el modelo oligárquico y pro-imperialista de la generación del 80, basado en el fraude electoral y la constante concesión hacia la metrópoli dominante( Inglaterra). Militó tenazmente contra los representante del golpe de 1930 que derroco a Irigoyen, auto denominado “Revolución” Argentina. Constituyendo, junto a otros militantes, la FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) rompiendo con la línea radical encabezada por Alvear y planteando lo que seria el inicio-hasta hoy presente- de la “liberalización” de la UCR.
Durante la llamada “Década infame” (1930-43) llevo a cabo una constante actividad opositora contra el régimen nacionalista conservador y su política liberalizadora, quizá sintetizada en lo que fue el Pacto Roca-Runciman, destinado a confinar a la Argentina al modelo agroexportador que, hasta hoy, muchos defienden.
Desde 1945 adhirió, siempre de forma crítica, al naciente peronismo y a sus políticas económicas de industrialización, nacionalización de las empresas y recursos naturales. Entendió que el peronismo, en esa coyuntura histórica, expresaba a nivel concreto y simbólico, a través de la creciente participación obrero-popular que generó, un paso firme hacia la construcción de un país con justicia y soberanía. El historiador Norberto Galasso, profundo analista e investigador de la obra de Jauretche, sintetiza en lo que denomina el ABC de la lucha política, el accionar de este último: “ (…) dónde está el enemigo principal y cual es la correlación de fuerzas entre ese enemigo y el proyecto de liberación que defendemos. Es decir, colocarse tácticamente respecto de la opción que ofrece ese momento histórico, sin por eso abandonar el objetivo estratégico de un mundo igualitario, sin explotados ni explotadores.”
Ya en 1955, después del golpe que derrocó a Perón, desde el diario “El Líder” y el semanario “El 45” desarrollo una profunda critica hacia el régimen golpista, en el plano social, económico y político. Publicaría en 1956 el ensayo Plan Prebisch: Retorno al Coloniaje donde desmenuza la política económica del régimen denunciando sus intenciones del retorno al excluyente modelo agroexportador, funcional a la división internacional del trabajo emitida desde el imperio.

El intelectual
Resultaría interesante, y pensando también en el momento político e histórico que vivimos, reflexionar sobre el rol del intelectual en la vida político-cultural de un país. El matiz del pensamiento de Arturo Jauretche era la de una intelectual comprometido en la construcción de una Argentina justa y soberana, con igualdad de oportunidades y participación política de los sectores populares en esa construcción. Así nos decía: “La construcción de un ser crítico se da en participar activamente en la elaboración de la historia del mundo”.
Antonio Gramsci (intelectual marxista italiano) nos hablaba de los intelectuales como nexo orgánico entre estructura y superestructura, es decir entre un modo de producción económico históricamente determinado y la construcción ideológica que lo legitima y legaliza a nivel cultural en la sociedad civil. Un ejemplo claro de esto fue la construcción de consenso en las sociedades latinoamericanas a través de diferentes instituciones y sus intelectuales (medios masivos, Estado, etc) para la implementación del modelo económico del neoliberalismo. Modelo que, en nuestro país destruyo la capacidad productiva y excluyó del sistema laboral a más de la mitad de los argentinos.
Jauretche lucho toda su vida por plantear la discusión del país que se puede construir. Si aquel que representa el interés de unos pocos y se arrodilla frente a los mandatos que provienen desde afuera o aquel que construye desde la participación política colectiva un opción inclusiva y soberana tanto a nivel económico como político-cultural.
En el movimiento Universitario SUR estamos convencidos de que el accionar de los intelectuales debe estar dirigido ha dar el debate (buscando y construyendo centralidad) sobre que país podemos y debemos construir colectivamente, como Jauretche dio el ejemplo. Accionando en el espacio público y representando los intereses de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad y buscando generar espacios para la participación cultural y política desde la solidaridad, el consenso y la construcción colectiva.
Es también de la universidad este deber, ya que es en todo sentido la principal usina de intelectuales y se mantiene a través del impuesto de todo el pueblo argentino, hasta de aquellos que les ha sido vedado el derecho de acceso a la educación.
En este sentido Jauretche nos decía: “El país necesita una Universidad profundamente politizada; que el estudiante sea parte activa de la sociedad y que incorpore a la técnica universalista la preocupación de las necesidades de la comunidad, el afán de resolverlas, y que, por consecuencia, no vea en la técnica el fin, sino el medio para la realización nacional". ( Los Profetas del Odio y la Yapa. La colonización pedagógica. A. Peña Lillo Editor. Marzo 1975)
A 35 años de la muerte del gran Arturo Jauretche SUR recuerda su ejemplo y lo levanta como bandera en la cotidiana lucha por construcción de un país para todos y todas.

Tadeo Otaola /Mov. Univ. SUR

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